Los Planes Especiales de Reforma Interior (PERI) de Logroño que prevén la reconversión de suelo urbano de uso industrial a residencial avanzan de forma desigual y, con este desarrollo, se plantea culminar este proceso que tuvo su origen en 1992 y con ello “coser” la ciudad.
De los 20 ámbitos inicialmente delimitados en estos planes, cuatro están totalmente ejecutados, edificados y ocupados por nuevos residentes; uno está edificándose en estos momentos; otros cuatro se encuentran con la delimitación inicial y el resto tiene una ejecución dispar. Como resultado de ello, se da en la ciudad una difícil convivencia entre edificaciones industriales obsoletas y abandonadas, al lado de nuevos desarrollos residenciales, lo que hace necesaria la culminación de este proceso.
La intervención, que será de largo plazo con acciones entre los años 2022 y 2030, prevé medidas como la redacción y aprobación de instrumentos de ordenación y gestión urbanística; el uso temporal de espacios compatibles con la gama residencial en edificaciones preexistentes y la puesta a disposición de parcelas municipales industriales urbanizadas para promover la nueva ubicación industrial.