Con este proyecto, Logroño se plantea la modernización del comercio urbano promoviendo la digitalización, el comercio electrónico y las nuevas relaciones entre los clientes y los canales de ventas, en un proceso en el que ha contado con la valoración de comerciantes, expertos y consumidores para facilitar su implantación.
El plan comprende numerosas acciones entre 2022 y 2025 y destaca los puntos fuertes y atractivo comercial de Logroño. Además, busca reactivar su actividad de una forma segura y sostenible teniendo siempre presente la perspectiva del cliente en un contexto postpandemia.
Como acciones específicas se incluyen la promoción de nuevos canales de venta, comunicación y distribución mediante el uso de las tecnologías de la información y las redes sociales; la digitalización del comercio local incentivando la adquisición de dispositivos informáticos y la creación de cooperativas de compra para conseguir mejores condiciones que compensarán las ofertas al consumidor final.
También se propone la creación de una Marketplace (plataforma y App) para incentivar el comercio electrónico, ayudas, subvenciones y bonificaciones fiscales al comercio minorista, así como campañas de comunicación y jornadas participativas para el fomento de la economía circular y la sostenibilidad.